Cada semana las personas cambian de vida al menos dos veces. Quizás el cambio más fácil de ver es entre la vida de semana y la del fin de semana.
Una persona "normal" de Lunes a Viernes cada mañana al despertar le espera la misma rutina, despertarse, aseo, trabajo, comer, trabajo y engancharse a la televisión, ordenador o lo que le apetezca. Durante el fin de semana esa misma persona es capaz de cambiar de vida, para bien o para mal. La mayoría suele ir con su familia si la tiene a centros comerciales, a pasear por el parque y disfrutar del día de descanso. Otros suelen dar rienda suelta a sus perversiones o ambiciones.
Si las persona no tiene trabajo, seguramente todos y cada unos de los días sean iguales al anterior, dejándose llevar por la rutina y las ganas de desaparecer.
En el caso del estudiante universitario digamos que la semana dura 6 días y uno de descanso, como Dios. De Lunes a Jueves se despierta, se asea y va a clase si le apetece, solo es obligatorio cuando está en prácticas. Por las tardes puede terminar de realizar los trabajos mandados y ya disfrutar. A partir del Jueves hasta el Domingo por la mañana, puede que no controle ni quien es, ni que hace. Se deja llevar hasta perder el control.
En época de exámenes la vida es un transcurso de horas de estudio, cafés, red bulls o derivados de los baratos, ansiedad y una mala alimentación.
Dar a entender que ninguno tenemos una personalidad fija, pues todos traicionamos alguno de nuestros principios de vez en cuando. Somos cambiantes como el agua y putas de nuestros sentimientos.
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