lunes, 16 de enero de 2012

La moralidad

Bueno ayer murió Fraga y un gran debate moralista surgió. Yo fui de los que expresó su alegría por la muerte de un antiguo miembro franquista, que firmó penas de muerte con su mano, fue protagonista de los incidentes de Vitoria y cuando ocurrió el desastre del Prestige siguió de caza.

Más tarde un amigo mío me dijo que no debía alegrarme la muerte de alguien, dijo que eso nos diferenciaba de los franquistas, y me hizo pensar ¿ Estaré en lo correcto? Tras recapacitar mucho me he dado cuenta de que si me alegra, una persona que ha estado haciendo esas cosas no merece por mi parte, ni un poco de mi pena. Lo que me diferencia de un franquista es que yo tengo amigos de derechas,no los insulto y ni jamás los he juzgado, siempre me he mostrado respetuoso con todo el mundo. Todos somos libres de pensar lo que queramos mientras no nos inmiscuyamos en la libertad de los demás. Cuando alguien rebasa esa linea y tortura, mata a personas no merece nada. Yo no estoy a favor de la condena de muerte, pues no me creo nadie para decidir sobre si alguien debe vivir o no.

¿ Acaso la gente no se alegró cuando Pinochet murió ? Parece que no tenemos memoria histórica, si Fraga hubiera sido uno de los ayudante de Sadam, todos hubiéramos querido juzgarle, pero aquí dejamos que un antiguo represor de la sociedad haya pasado una vida impune ante sus crímenes.

Hoy me siento firme en mi decisión. Es mi opinión y no tiene que ser la correcta

No hay comentarios:

Publicar un comentario